Este viernes 18 de marzo, tuvo lugar la primera Sesión Plenaria Anual Nº 130 de la Comisión de Venecia (Comisión para la Democracia a través del Derecho) y que duró hasta el sábado 19, con la participación de los 62 estados miembros. En ella, participó presencialmente el Ministro del Tribunal Constitucional, José Ignacio Vásquez Márquez, representante de nuestro país ante dicho órgano del Consejo de Europa. En la oportunidad, efectuó importantes observaciones a la opinión de la subcomisión encargada de analizar el asunto de la “Adopción de una Nueva Constitución en Chile”, en particular, relativo a la existencia o no de un Tribunal Constitucional, así como sobre la eliminación del Senado.
Respecto al pre-informe elaborado por la subcomisión del Órgano, que visitó Santiago a fines de febrero, Vásquez expresó que “Una constitución no puede generar exclusivamente estatutos especiales o de minorías que se impongan por sobre la mayoría de las personas, transformándolas en grupos privilegiados, pues ello implica un desconocimiento de la garantía general de la igualdad que en nuestra tradición jurídica significa que no pueden existir personas ni grupos privilegiados. Lo anterior, es independiente o sin perjuicio que la ley pueda otorgar garantías especiales a dichos grupos, pero la Constitución en sí, es una norma que tiene por objeto constituir la unidad política del pueblo”, aclaró. En consecuencia, el órgano jurisdiccional de defensa de la constitución, “llámese Tribunal o Corte Constitucional, el cual debe contemplarse en una Constitución que se precie de establecer un estado democrático de derecho, no puede transformarse en órgano de amparo de privilegios”, enfatizó.
Vásquez indicó además que, en un proceso de transición política, “la ausencia de un Tribunal o Corte Constitucional, importaría la falta de controles al poder político, sería fuente permanente de conflictos de poderes y el desamparo total de los derechos de las personas. Creo que esta función no puede quedar entregada a los tribunales ordinarios, pues ellos están concebidos para administrar justicia y aplicar e interpretar sólo la ley. La función constitucional, es del más alto nivel jurídico, requeriría de jueces o magistrados de gran preparación e idoneidad intelectual que garanticen la justicia constitucional de manera independiente e imparcial”, finalizó el Ministro.
También fueron invitados a exponer sus puntos de vista, representantes de la Convención Constituyente y del Senado de nuestro país, sin embargo, en el Plenario sólo expuso el parlamentario Juan Castro. En el transcurso de la reunión, se consensuaron las distintas visiones y se aprobó el documento para la publicación de este reporte, en la página web de la Comisión de Venecia.
El rol de la Comisión de Venecia es proveer consejo jurídico a sus miembros y, en particular, ayudar a los Estados que deseen estructurar sus instituciones en los lineamientos de los estándares europeos y la experiencia internacional en los ámbitos de la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho.
El Ministro José Ignacio Vásquez, previo a concurrir al Plenario en Venecia, sostuvo en Roma el día 17 de marzo, una reunión con el Presidente de la Corte Constitucional de Italia, Giuliano Amato, quien además fuera dos veces Primer Ministro del gobierno italiano. En la ocasión, Amato expresó su gran admiración por la transición democrática de Chile y la estabilidad institucional que había exhibido en estos años.
El jurista europeo, además se mostró preocupado por la eliminación del Tribunal Constitucional, el más antiguo de Hispanoamérica, pues “ello importaría introducir un elemento de inseguridad jurídica enorme, una falta de control del legislador, que queda libre y sin límites en su voluntad política, con el peligro consiguiente para los ciudadanos. Un estado de derecho sin control constitucional no es estado de derecho”. Asimismo, hizo ver su personal visión crítica de un sistema unicameral, “pues la existencia de dos cámaras permite la revisión y la reflexión legislativas” -aseguró durante la reunión-, haciendo presente al respecto que el intento de reforma constitucional en Italia, con el fin de establecer un unicameralismo, no prosperó.
Finalmente, se manifestó muy interesado en mantener activo el Convenio de Cooperación entre ambas jurisdicciones constitucionales, suscrito hace años atrás.