Así lo afirmó el miembro de la Comisión de Venecia (España) y redactor del informe que solicitó el Senado al Organismo, profesor Josep María Castellà, en el Coloquio organizado por el Tribunal Constitucional este 30 de marzo.
El catedrático europeo afirmó que “un cambio constitucional supone un consenso que debe incluir a los más amplios sectores políticos y sociales, pues solo así podrá construir la mayor legitimidad posible”. Agregó luego que la constitución no debe atar de pies y manos al legislador ordinario, para que así las mayorías políticas puedan concretar sus contenidos. “Una constitución fija las reglas del juego, no es parte del juego. Las reglas deben ser precisas y el juego lo desarrollan los futuros actores políticos: congreso, gobierno, jueces, un tribunal Constitucional, así como los órganos encargados de controlar al poder”, aclaró Castellà. Este fue el primer coloquio on line del año, organizado por el Tribunal Constitucional (TC), en la búsqueda por profundizar en el aporte del informe de la Comisión de Venecia, ante el cambio a la Carta Fundamental que propondrá al país la Convención Constituyente.
Respecto a esta Magistratura, el profesor Castellà, indicó que el Tribunal Constitucional es la garantía de la independencia judicial para el mantenimiento del Estado de derecho, el pluralismo jurídico, y los derechos fundamentales y su relación con el derecho internacional de los derechos humanos.
La ponencia del Doctor en Derecho de la Universidad de Barcelona, fue comentada por Catalina Salem Gesell, académica de la Universidad del Desarrollo, quién destacó que “El Tribunal Constitucional es un órgano esencial en las democracias constitucionales. Estas últimas suponen siempre -lo dice el informe- el respeto a las minorías y un ejercicio del poder político institucionalizado, sujeto a límites y controles”. Agregó que “esta es la idea detrás de muchas propuestas de normas que se están discutiendo en la Convención bajo el concepto de ‘asegurar la agencia política del pueblo’, cuya consecuencia inmediata es eliminar los controles a las mayorías, entre ellos, el control que ejerce actualmente el TC. Salem continuó indicando que “creo que la gran paradoja de nuestro proceso constituyente es que, en la búsqueda de satisfacer una legítima expectativa ciudadana como es la justicia social, terminemos poniendo en jaque un elemento también muy preciado por todos los chilenos: nuestra democracia”.
Luego, Francisco Soto Barrientos, académico de la Universidad de Chile, puso énfasis en la necesidad de una justicia constitucional especializada, como recomendó el informe de la Comisión de Venecia, pues “ésta será significativa para un mayor desarrollo de los derechos fundamentales de los ciudadanos”. Otro punto clave, indicó, es que “los Tribunales Constitucionales no deben ser expuestos a resolver los temas que los parlamentos no pueden resolver”.
El profesor Soto continuó señalando que, aunque en Chile existe una larga tradición política de deliberación, la actual constitución y la Convención Constituyente “no han dado el ancho en avanzar hacia acuerdos amplios. Los acuerdos de los textos vienen de una yuxtaposición de los temas, donde se negocian diferentes demandas y se pierde la jerarquía de este marco de referencia legal para el país”.
En las palabras iniciales del Coloquio, intervino el Presidente del Tribunal Constitucional, Ministro Cristián Letelier, quien relevó el elemento histórico: “Chile tiene una rica tradición constitucional donde las instituciones se han ido forjando con la participación de la comunidad. En ese sentido, el elemento histórico tiene una importancia vital en la redacción de una nueva Carta Magna”.
El evento fue moderado por el Ministro del TC, Sr. José Ignacio Vásquez, quién acotó que “la constitución debe ser un texto unificador, capaz de lograr la confianza pública, pues es una norma de identidad del pueblo. La Convención debe buscar los acuerdos más amplios y eso implica dejar de lado las visiones particulares, para lograr el llamado patriotismo constitucional”.
El evento online, podrá ser visto a través del sitio web del Tribunal Constitucional y su canal de YouTube.
